Mi Ángel de la Guardia

Aparte de un gran profesional en Madrid cuyo nombre no consigo recordar y mucho lo lamento, hay otra persona a quien considero una verdadera autoridad sobre la enfermedad y que no conozco personalmente. Se trata del Dr. Stephen Philipson que practica desde su clínica de Nueva York en Estados Unidos. Parte de su magnífico trabajo y su sobrenatural conocimiento  sobre la patología se refleja en su página web http://www.ocdonline.com Para los que sepan inglés y estén desesperados como lo estuve yo, esta página puede ser la puerta hacia la libertad.

Para una persona que no padece TOC es absolutamente asombroso lo que el Dr. Philipson sabe sobre ello. Siempre creí que solo los que vivimos en nuestras carnes esta horrible enfermedad podríamos entender el sufrimiento que acompaña a nuestro día a día este particular “bully” que llevamos dentro. El Dr. Philipson es mi elegido héroe y mi personal candidato al premio Nobel de medicina. Si existe una persona quien me gustaría conocer es él, para abrazarle y darle las gracias una y mil vez veces.

Antes de leer los artículos del Doctor por primera vez allá por 2006, yo era uno de los miles de personas que todavía llevan la enfermedad en secreto y que se mueren por dentro creyéndose locos. La enfermedad está llena pensamientos y miedos obsesivos que produce compulsiones para aliviarse, aunque sea momentáneamente, el sufrimiento. A simple vista muchas de estas compulsiones parecen fuera de lo normal y no generalmente aceptadas en la vida cotidiana como comportamientos convencionales. El TOC es un problema de ansiedad y no de pensamientos, el paciente no está loco, ni mucho menos lo diría yo, todo lo contrario ya que está demostrado que muchos de los que sufren son personas de una inteligencia por encima de la media.

El Dr. Philipson me abrió la puerta de la libertad y todo fue encajando poco a poco, fue hasta cierto punto como nacer de nuevo. Poniendo en práctica muchos de los consejos y recomendaciones que allí aparecían como complemento a las terapias convencionales comprobé como un lastre que me persiguió casi toda una vida tenían por fin solución. Una persona con TOC nunca queda libre de ello pero ya tengo herramientas para combatirlo y mantenerlo a una cómoda distancia. Espero que tú te beneficies en conocimientos en este modesto blog, repito no de un profesional. Aquí encontrarás mi experiencia y solo mi experiencia.

Mención especial para Enrique Molina, psicólogo de Melilla. Por todo tu apoyo

ADVERTENCIA: Todo lo relatado en el blog sobre TOC y/u otras patologías relacionadas con la ansiedad TIENEN que ser consultadas con un profesional de la medicina, la psicología o la psiquiatría. En ABSOLUTO nada aquí recomienda ni anima la auto-curación ni por supuesto sustituye la atención médica cualificada.

 

 

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